domingo, 5 de enero de 2014

La sombra del que vivió en mí.

 La verdad es que estas conversaciones son como ciclos imposibles de evitar, catástrofes no naturales en las que te vuelves huracán y arrasas tu propia serenidad. Siempre te doy la razón en esto, no te la voy a negar, nunca lo he hecho. Puede que lo oculte todo y no muestre mucho que sea verdad, pero tan sólo no se encuentra lo que nadie quiere buscar. Poco de lo que escondo es algo que nadie sepa ya, y si lo hago es por cortesía de no molestar. Me he vuelto un cobarde que prefiere no arriesgarse a ganar, dar las batallas por perdido antes de siquiera empezar, renunciar a todo por no perder nada. Vivo una vida cautiva de mi mismo, de mis temores y miedos, victima de mis errores e incapaz de perdonárselos… Sé que soy la perfección…de la imperfección, sólo una sombra de quien fui, pero seguiré siendo tan sólo esto porque el pasado no se puede cambiar, porque cada vez que abro los ojos descubro una realidad diferente, cada pestañeo es un viaje sideral a un universo lejano y extraño. Vago confuso mientras alterno entre diferentes existencias en una eterna condena a no comprender ni ser comprendido, a no conocer ni ser reconocido. A mi alrededor todo se vuelven dibujos de siluetas, bocetos no acabados ni definidos, líneas a veces rectas y otras curvas, conceptos desconocidos y formas imposibles. Puedo sentir que me difumino, lentamente, que mi ser se diluye como una gota de sangre en el mar. Me vuelvo una ecuación sin constante, una asíntota a mi esencia, perdida hace tiempo en algún lugar.

2 comentarios:

  1. "soy la perfección de la imperfección" me ha encantado! El texto me ha parecido impresionante, felicidades!

    ResponderEliminar
  2. Gracias Pimiento,un placer recibirte y que me hayas dedicado unos minutos. Besines.

    ResponderEliminar